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Derecho al descanso: ¿qué podemos hacer en vacaciones?

 


"El niño tiene derecho al descanso y al esparcimiento, al juego, a las actividades propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes". Estas son las palabras que se leen en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño. Aprovechando que se acercan las vacaciones de Semana Santa, queríamos resaltar la importancia del descanso para nuestros niños y niñas. Tomar distancia de lo cotidiano, renovar energías y volver con más fuerzas para el último trimestre del curso son algunos de los objetivos para estos días. Jugar nunca es perder el tiempo. 

En educación no tenemos recetas mágicas que sean aplicables a todos los alumnos y alumnas, por lo que no abogamos por recomendar a todo el alumnado no repasar o potenciar los conocimientos adquiridos durante el trimestre, cada cual tendrá que valorarlo según sus necesidades particulares. No obstante, se hace hincapié en el valor del aprendizaje en momentos de ocio y la necesidad de descanso. 

Durante el juego se siguen desarrollando competencias, habilidades y destrezas tan útiles como los conocimientos formales, se potencia la creatividad, pasamos más tiempo con los seres queridos y potenciamos el aprendizaje vivencial. A continuación, os proponemos algunas actividades que podemos hacer con nuestros hijos e hijas durante estas vacaciones:

- Juegos de mesa: tienen un gran potencial para el aprendizaje, se puede utilizar el juego como medio para el establecimiento de normas y límites. Ayuda a la aceptación de reglas y autorregulación de la conducta.

- Compras: pueden ayudar a la planificación de lo que hay que comprar, que observen qué es lo que hace falta y lo anoten, calcular el precio y la vuelta. Es decir, entran en juego diferentes áreas como las matemáticas, razonamientos o escritura.

- Cocinar juntos: preparando recetas que les gusten, preferiblemente que no necesiten de demasiada ayuda del adulto. Si están motivados sienten que tienen una gran responsabilidad y se esfuerzan por utilizar todos sus recursos cognitivos de forma óptima, se potencia la creatividad, incluso puede ayudar a mejorar las habilidades motrices. 

- Hacer puzles: favorecen la concentración, psicomotricidad fina, la capacidad espacial y la abstracción. Para aquellas personas que por problemas de movilidad u otras razones no puedan hacer los puzles de esta forma, podemos encontrar gran variedad de puzles online gratuitos que pueden ser la alternativa en algunos casos. 

- Plantar: esta actividad les da una mayor comprensión de los ciclos de la naturaleza ayudando a  los razonamientos temporales, aprendizaje del respeto a las temporadas de los alimentos y así conseguir que relacionen la comida con sus lugares de procedencia.

- Preparar excursiones: darle voz para participar en la preparación de las excursiones que se realicen en familia provoca que se sientan más motivados, planifiquen y tengan control de la gestión del tiempo.  

- Enseñarles a usar la biblioteca: es un espacio idóneo para despertar su interés por la lectura, al encontrar una gran variedad de libros y cuentos pueden ser ellos mismos los que decidan qué les llama la atención y desarrollar una mayor autonomía personal si les enseñamos cómo sacar libros de la biblioteca. Además, fomentamos el respeto y cuidado hacia los materiales que son de todos. 

- Manualidades: potencian la creatividad, deben resolver problemas, practican habilidades manuales y la coordinación ojo-mano. En otra entrada de este mismo blog, también encontramos ideas para mejorar la psicomotricidad a través del juego.

Debemos tener en cuenta que todas estas actividades refuerzan los lazos con los adultos y son un medio para compartir tiempo de calidad  que, en ocasiones, dentro del ajetreo del día a día se ve mermado. 


«Los niños y niñas no juegan para aprender, pero aprenden porque juegan” Jean Piaget


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